entrega 88
Regresé al mar
por fin...
Como regalo
me obsequió
atardeceres melancólicos
exquisitos
Crepúsculos
sólo capaces
en la ironía del salvaje Pacífico
Regresé
y la primera noche
me contó un secreto
él,
está profundamente solo
Por eso,
golpea
algunas veces
planea venganzas inauditas
construyendo las tormentas más terribles
y
aunque nos bese los pies
se molesta
pues nadie entiende
nada ni nadie puede consolar
su inacabable soledad
que da vuelta al horizonte
Volví
para que pudiera confiarme
el secreto de su dolor
que todos los mortales temen escuchar
y
aunque su confianza me hizo bien
también
me hizo algo de mal
Regresé
para encontrarme a mi mismo
y, de nueva cuenta
sólo pude encontrarte a ti
dulces sueños...
pf
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