jueves, noviembre 30, 2006

entrega 48


Lleno de mí, sitiado en mi epidermis
por un dios inasible que me ahoga, mentido acaso
por su radiante atmósfera de luces
que oculta mi conciencia derramada,
mis alas rotas en esquirlas de aire,

mi torpe andar a tientas por el lodo…

José Gorostiza (1901-1973)



El tiempo se ha transformado en monedas rotas
que ya,
de nadan valen

Es triste…

La muerte parece que logra reconstruir oportunamente sus castillos
porque la corona se la quieren ceñir todos
aunque sea la que tiene más espinas

No importa
todos desean ser rey ciego en país de idiotas

Días extraños,
lentos,
de un vértigo apenas tolerable
es turno para que el invierno tome su pala
y empiece a cavar las fosas
para no oler la peste de todas las cabezas cercenadas

El viento anticipa la llegada de los ogros
la desaparición de la armonía
la nieve cubrirá los pasos que no damos,
por temor a importunar nuestro silencio cómplice
por el horror de no parar toda la sangre

La noche se anticipa a las promesas no cumplidas
siempre,
de nueva cuenta la noche
único escenario propicio para despertar y percatarnos
de que es imposible encontrarle el pulso a la esperanza.



Buenas noches

P.F.